Hay veces
que lo das todo por perdido, que piensas que no tendrás suerte en lo que
quieres o necesitas, pero la suerte no llega cuando más te conviene, al menos
no en el mismo momento que la necesitas... pero nunca hay que perder la
esperanza, y mucho menos despreciarla cuando te venga, porque en ocasiones, la
suerte llega en el último momento.
Porque hay cosas que no deben cambiar, bien
porque siempre hayan sido así, o porque, prácticamente sabías que tenían que
ocurrir, pues muchas veces, esas cosas se cumplen, y aunque no fueran cuando
esperabas, no puedes negar que te sientes afortunado.
No hay comentarios:
Publicar un comentario